Alarmantemente cercana. De quien menos lo esperas, de quien menos quisieras. Pocos escapan, si es que algún día lo hará alguien.
Y cambia. Todo. La forma en la que ves el mundo, incluso.
La perfección es irreal, pero, ¿Quién dijo que la realidad tuviera que ser tan imperfecta?
No pido un mundo perfecto, pero si uno en el que las excepciones no fueran precisamente lo acertado, y a la vez lo que escasea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario