7 de mayo de 2010

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Mire hacia el exterior, a través del vidrio transparente de mi ventana. Sonreí, recordando momentos, palabras, segundos que parecían eternos y duraban una exhalación…Recuerdos que conservaba en los lugares más seguros de mi desordenada mente, conformando los limites de mi desastrosa vida. Demasiado fácil rendirse al pasado. Soy incapaz de permanecer en el presente suficiente tiempo para ver lo que busco. Incapaz de llevar a cabo aquello que quiero. Sin embargo, algunas cosas están claras, y a ellas me ataré, como una pequeño salvavidas que evita que me ahogue en el inmenso océano, al menos hasta que mire el ahora sin los ojos cegados por el deslumbrante brillo de los sueños. Porque de momento aunque no duerma… sueño despierta.

Quise esperar un segundo, observar el cielo, perderme en su inmensidad, y encontrar las respuestas. Pero había demasiadas nubes aquel día, como otros tantos del pasado. Evite cerrar los ojos, no había motivos para temer algo que todavía no había pasado, quizá así podría mantener los pies en la tierra dejando de soñar con alcanzar la luna. Quizá manteniendo la mirada en mis propios pasos olvidaría el camino que no debía seguir. Quizá incluso lo borrara totalmente de mi itinerario.

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