24 de junio de 2010


Una sombra en vuestras vidas, ignorada, sucinta. Sin lugar ni momento, ando vagando, dando la espalda a todo rastro de luz. Siguiéndoos en la penumbra, siendo recordada quizá de cuando en cuando, olvidada a cada poco, cuando el sol alumbra vuestros momentos de felicidad en el día. Pierdo importancia, relevancia y lugar, dando paso a la sustitución. Nunca pensé que fuera tan fácil de reemplazar…

Desaparezco. Inerte, en la memoria del olvido.

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